Rendimiento, equilibrio, practicidad o fiabilidad son algunos de los atributos que, normalmente, se nos puede venir a la mente cuando hablamos de unos de los modelos más conocidos de la marca gala: el Renault Mégane. Pero, ¿qué entraña este icónico coche?

En los años 90, la marca automovilística reconocida por su rombo dejó atrás los números para bautizar a sus modelos más míticos de las décadas anteriores; como eran el R4, R5, R21 o el R25. La principal finalidad fue darle otro rumbo de modernidad con neologismos como Clio, musa de la historia y la poesía épica; Twingo, unión de las palabras twist y tango y Mégane, al que aún no se le ha encontrado un significado concreto, sin embargo, como concepto resultaba más evocador que el conocido R19 -modelo al que iba a sustituir-.

Cuatro generaciones a sus espaldas

¿Qué podemos contar sobre el Renault Mégane? En HR Motor hacemos un recorrido por su historia para abordar todo lo que este modelo ha ofrecido a sus conductores desde sus primeros kilómetros hasta la fecha.

Con más de 5 millones de unidades ensambladas -contando solamente las fabricadas en Palencia- y habiéndolo equipado con el motor diésel 1.5 dCi; uno de los más vendidos del mundo, y que fue conducido por el mismísimo Fernando Alonso en su época de Renault F1 -específicamente con el mítico RS de la 2ª generación-, Mégane destaca por una trayectoria de más de 25 años más que probada, aunque el histórico de la marca contabilice más de 120 años en su haber.

Remontándonos a sus orígenes, el proyecto Mégane surgía como respuesta al floreciente segmento C de la década de los noventa, donde la idea de un coche compacto para todo se popularizó entre gran parte de los conductores que buscaban movilidad y practicidad a la par. Por esta razón, Renault utilizó su propia plataforma para diversificar sus modelos haciendo uso de varios tipos de carrocería sobre esta misma base, como fue el cupé de dos puertas o el monovolumen Scenic.

Con cuatro generaciones a sus espaldas, Mégane ha continuado siendo un referente en su segmento hasta el presente, pese a que a lo largo del 2023 se ha rumoreado que su compacto de combustión podría tener programado un adiós definitivo en materia de producción de su agenda 2023. ¿El motivo que se baraja?: dar cabida a las nuevas demandas del mercado, como son modelos eléctricos.

Características que definen a Mégane a través del tiempo

La primera generación de este modelo con personalidad propia disponía de unas líneas modernas y fluidas para la época, que duró de 1995 hasta el 2002, sin embargo, no fue hasta el año 1999 cuando cambió a un restiling o fase 2.

Una producción que contaba con motores gasolina con potencia desde 70 CV hasta los 150 CV, mientras que la versión diésel iba de los 65 CV a los 98 CV, y que se continuó vendiendo en América Latina hasta el 2009, conviviendo en paralelo con la segunda generación que le iba a acontecer.

Su etapa consiguiente fue desde el año 2002 al 2009, donde nuevo Renault irrumpió en la escena automotriz con un diseño llamativo y rompedor para la época, consiguiendo ser premiado con el título de “Coche del Año en Europa” en 2003 y 5 estrellas en el programa de simulación de accidentes de Euro NCAP, alcanzando así su liderazgo de ventas en su categoría.

Igualmente, este periodo se caracterizó por contar con líneas angulosas en la parte trasera que le proveyeron de distintos pseudónimos como «culón», «culo tuperware» o «culo pico pato», de las que se hicieron varias versiones, incluyendo una Cupé-Cabrio con techo duro, que hizo que se popularizase aún más este segmento.

Sin embargo, no fue hasta el 2006 cuando Renault Mégane experimentó un restiling con pequeños cambios estéticos y una adaptación de sus motorizaciones a Euro 4 con versiones gasolina, que abarca desde los 80 CV hasta los 230 CV -versión R, y mecánicas diésel, desde los 85 CV -de la incombustible versión DCI hasta los 175 CV del acabado Sport-.

El icónico líder de ventas continúa respirando calidad

En plena época de la crisis financiera (hasta el 2016), el diseño de este mítico compacto se caracterizó por ser más conservador. Sin embargo, pese a no haber arriesgado dado el contexto socioeconómico, la marca hizo un buen producto de su icónico líder de ventas.

En esta nueva versión nos encontramos con mecánicas gasolina desde los 110 CV hasta los 265 CV de la versión RS, por lo que el punto de partida de las motorizaciones fue muy equilibrado gracias a sus modelos con etiqueta ambiental verde, como los que disponemos en nuestra web de HR Motor (etiqueta C): el Renault Megane 1.2. TCe 130 Energy Zen (132 CV Zen) o el Renault Megane 1.2 TCe Limited (115 CV Limited).

En cuanto a mecánicas diésel, estas versiones iban desde los 85 CV hasta los 165 CV de la versión GT, siendo los 1.5 dCi la motorización más popularizada, de las cuales ofrecemos varias opciones de ocasión en HR Motor, como el Renault Mégane 1.5 dCi 110 Energy Business o el Renault Mégane 1.5 dCi Limited.

Innovación y atrevimiento

Aproximándonos al año 2015, Renault introdujo en el Salón de Frankfurt una versión renovada del Mégane que emanaba innovación. Su estética se caracterizaba por ser audaz y distintiva, destacando las llamativas luces diurnas en forma de “C” en la parte frontal y unos faros traseros de LED que abarcaban generosamente el portón trasero. Este nuevo diseño aportaba una frescura y personalidad únicas al Mégane, marcando un hito en términos de estilo y tecnología en el segmento automotriz.

Un Mégane mucho más renovado que partió de los máximos estándares de calidad en cuanto a seguridad en pruebas de colisión gracias a su equipamiento tecnológico; referente a la seguridad activa y pasiva, equipamiento interior; con infoentretenimiento, y detalles de equipamiento interior.

Las opciones de motorización a gasolina del modelo abarcaban un rango de potencia que iba desde los 100 CV hasta los 300 CV. Entre ellas, se destacaba la versión deportiva GT, pensada para entusiastas de la experiencia de conducción. Este modelo fue meticulosamente desarrollado por Renault Sport Technologies, ofreciendo una potencia de 205 CV y contando con un cambio EDC, así como levas en el volante para brindar un control más dinámico y emocionante al conductor.

Por su parte, las mecánicas diésel iban desde los 90 CV hasta los 150 CV, todas con etiqueta C, debido a sus consumos hiper-contenidos -como viene siendo habitual en estas motorizaciones- y con ejemplos muy equilibrados y prácticos, como los que tenemos en nuestra en HR Motor.