El anticongelante es un líquido que se utiliza en los sistemas de refrigeración de los motores de los coches para evitar que el líquido refrigerante se congele en temperaturas bajas y que los componentes del motor se dañen como consecuencia de ello.
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Historia del anticongelante
En la década de 1920, el alcohol etílico se utilizaba comúnmente como anticongelante en los motores de los coches. Sin embargo, este tipo de líquido tenía una serie de inconvenientes, entre los cuales se encontraba el hecho de que tenía un punto de inflamabilidad bajo y que no era muy eficaz a temperaturas extremadamente bajas.
Más tarde se desarrollaron anticongelantes a base de glicol, que pronto se convirtieron en el líquido refrigerante más utilizado en los motores de los coches.
Evolución del anticongelante
En la actualidad, existen diferentes tipos de anticongelantes disponibles en el mercado, puesto que se han ido desarrollando formulaciones más sofisticadas que pueden proporcionar una protección mejorada para los componentes del motor.
Los anticongelantes a base de silicato se utilizan en algunos motores debido a que ayudan a lubricar el sistema y a prolongar la vida útil de las piezas que lo conforman. Por otro lado, los anticongelantes orgánicos de larga duración (OAT) tienen una vida útil más larga y no contienen silicatos.
Inconvenientes y ventajas del anticongelante
Una de las principales ventajas del anticongelante es que protege los componentes de los motores de los daños que podrían producir el congelamiento del líquido refrigerante en temperaturas bajas.
Por otro lado, los anticongelantes pueden tener algunos inconvenientes, como el hecho de que pueden ser tóxicos, lo que puede ser un riesgo para la salud en caso de ingestión o inhalación. Además, algunos anticongelantes pueden ser corrosivos para ciertos materiales, lo que puede provocar fugas en el sistema de refrigeración y conducir a una pérdida de eficacia del líquido.
Reposición del anticongelante
El coste de reposiciónaración del anticongelante varía dependiendo del tipo de motor y del tipo de anticongelante que se utilice. En general, el coste de mantenimiento es bajo, ya que se recomienda reemplazar el líquido refrigerante cada cierto número de kilómetros para garantizar que el sistema de refrigeración funcione correctamente.