Con la llegada del verano y la puesta en marcha de la ‘Operación salida’ y ‘Operación llegada’, la Dirección General de Tráfico (DGT) y los distintos cuerpos policiales utilizan diferentes métodos de control de velocidad para garantizar la seguridad de los usuarios. Además de los habituales radares fijos y móviles, en los últimos años se han implementado diferentes herramientas, como los radares de tramo desde la carretera y el helicóptero Pegasus y drones desde el aire. Ante tal despliegue han surgido diferentes dispositivos que ayudarían a no ser sancionados, como los avisadores y los inhibidores de radares, pero: ¿En qué se diferencian? ¿Cuáles son legales y cuáles no? En HR Motor te lo explicamos para que no tengas ninguna duda.

 

Qué es un avisador, un detector y un inhibidor de radar

 

¿Qué es un avisador de radar?

Los avisadores de radar son unos dispositivos físicos o digitales que advierten de la ubicación de un radar fijo o de tramo. Esta información es pública, por lo que esta herramienta tan solo recopila la lista de puntos de control de velocidad de la DGT e indica cuándo vas a pasar por uno. Lógicamente no avisa de los radares móviles, drones o la presencia del helicóptero Pegasus, ya que son controles cuyo objetivo es captar excesos de velocidad por ‘efecto sorpresa’.

El uso de avisadores de radar es totalmente legal. De hecho, están integrados en la mayoría de los dispositivos GPS y de aplicaciones móviles, como Google Maps.

 

¿Qué es un inhibidor de radar?

Al contrario que los anteriores, los inhibidores de radar tienen un funcionamiento mucho más complejo. Comencemos por el principio: Los radares son dispositivos que, al detectar un vehículo, envían una señal que detecta a qué velocidad circula el coche. Si ésta supera la permitida (con un margen de error), se activa una cámara que capta una imagen del automóvil con la matrícula, para después emitir una sanción.

En el caso de los inhibidores de radar, éstos emiten una frecuencia que interfiere y anula la señal de los radares, lo que hace que el coche no sea detectado por los cinemómetros, ya sean fijos o móviles. Por tanto, el vehículo no será controlado y no recibirá sanciones por exceso de velocidad.

No obstante, y lógicamente, los inhibidores de radar están prohibidos desde 2009. La DGT interpreta que su sola instalación ya manifiesta que se quiere inhibir los controles de velocidad circulando a una velocidad ilegal, por lo que tener uno de estos dispositivos acarrea una multa de hasta 6.000 euros y la retirada de hasta 6 puntos del carné de conducir. Además, si averiguan el taller que ha instalado el dispositivo, éste puede ser sancionado con hasta 30.000 euros de multa.

 

¿Qué es un detector de radar?

Además de los dos dispositivos anteriores, también existen los detectores de radar. Estos dispositivos son una mezcla de los avisadores y los inhibidores, ya que, mediante ondas, identifican tanto los radares fijos como los móviles. No obstante, no anulan a los cinemómetros, y también son ilegales, en su caso desde 2014. Su utilización -incluso su instalación- puede llevar una sanción de 200€ y la retirada de tres puntos del carné de conducir.

 

Diferencias entre avisador de radar, detector de radar e inhibidor de radar

Las tres principales diferencias entre el avisador y el inhibidor de radar son:

  • Uso: El avisador solo advierte de la ubicación de un radar fijo o de tramo; el detector, de éstos y también de los móviles; y el inhibidor anula el funcionamiento del cinemómetro cuando pasas por él, por lo que funciona con todo tipo de radares.
  • Soporte: El avisador puede ser un dispositivo físico o digital, mientras que el detector y el inhibidor están instalados en el vehículo.
  • Legalidad: El avisador de radar es legal, mientras que el detector y el inhibidor de radar son ilegales.